Ha llegado a oídos del Padre Damián que la joven Maria Jesús va chupando pollas en el parque, y necesita comprobar el nivel de guarrería de esta jovenzuela. La buena de Maria Jesús se ofrece, pero el páter se acaba de trajinar a la madre de otra alumna y está un poco cansado, así que deja su puesto a Felipín -el nuevo monaguillo de prodigioso cipote- para que la riegue de engrudo vital. Al final, nuestro calenturiento Padre Damián no aguanta más y se anima a darle también otra ración de rabo.

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